La violencia es toda acción deliberada u omisión dirigida a una persona cuyo objetivo es causarle daño físico, psicológico, sexual o económico. Por norma general, se considera violento a la persona irrazonable, que se niega a dialogar y actúa sin importarle las consecuencias. Existen varios tipos de violencia, incluyendo el abuso físico, abuso psicológico y abuso sexual. Sus causas pueden variar, las cuales dependen de diferentes condiciones, como situaciones graves e insoportables en la vida del individuo, falta de responsabilidad por parte de sus padres, presión de grupo (que es común en las escuelas), el resultado de no poder distinguir entre la realidad y la fantasía después de ver televisión o jugar videojuegos de alto tenor en violencia. Investigaciones realizadas sobre el desarrollo infantil aseguran que el comportamiento violento de los niños tiene su origen en la violencia de los adultos, la que habitualmente se manifiesta en el ámbito de sus hogares. No existen dudas de que experimentar violencia en la infancia, directa o indirectamente, aumenta el riesgo de comportarse violentamente en las etapas posteriores de la vida. Pero también es cierto que la mayoría de esos niños - víctima, no se vuelven violentos.

La opinión común entre los expertos en el tema es que las actitudes violentas se forman en el seno de la familia y durante los primeros años de vida y el mejor indicador de violencia en la edad adulta es el comportamiento violento en la infancia. Las investigaciones muestran que las formas de disciplina violenta y humillante son la base para el desarrollo de las conductas violentas desde temprana edad. No existen pruebas o evidencias que existan factores genéticos o biológicos determinantes del comportamiento violento de las personas, no obstante no se descarta la predisposición en el carácter. Se podría decir que los factores sociales y biológicos están entrelazados y se complementan entre sí. Se sabe que un entorno que proporcione al niño o joven cariño y seguridad puede anular tales predisposiciones. También influyen factores sociales más amplios, por ejemplo en algunas sociedades se apoya el castigo violento como escarmiento, la violencia en los deportes y la voracidad de imágenes violentas en los medios de comunicación, por nombrar algunos.

Tipos de violencia:

Violencia directa o Maltrato físico: acciones realizadas voluntariamente con el objetivo de infligir daño, lesiones físicas y hasta cometer homicidio.

Violencia o Maltrato emocional: acciones o verbalizaciones que producen daño psicológico a quien le son dirigidas.

Abuso sexual: cualquier conducta en la que una persona es utilizada como medio para obtener gratificación sexual.

Vandalismo: violencia dirigida a animales o cosas con la intención de provocar su destrucción.

Violencia cultural: aspectos de la cultura que aportan una legitimidad a la utilización de los instrumentos de la violencia. En algunos contextos culturales se acepta la violencia en defensa de la fe o la religión. Ejemplo de este caso el de una religión que justifique guerras o atentados terroristas, mutilaciones corporales en las mujeres, etc.

Violencia juvenil: se refiere a los actos físicamente destructivos que realizan los jóvenes entre los 6 y los 29 años de edad y que afectan a otros jóvenes dentro del mismo rango de edad (Acoso escolar o Bullying). Los principales actores de este tipo de violencia son los hombres y algunas veces el comportamiento violento se presenta desde la infancia o la temprana adolescencia. Sin embargo, la interacción con los pares y la formación de grupos o pandillas aumenta el riesgo de que los adolescentes se involucren en actividades delictivas y/o violentas.

Causas: son variables y dependen de múltiples condiciones. Los expertos están de acuerdo en que las actitudes violentas se forman en el seno familiar y en los primeros años de vida del niño. Por ejemplo una familia con una disciplina violenta y humillante, la escuela o la dificultad de discernir entre fantasía y realidad (T.V, videojuegos violentos, películas, etc).

Tratamiento

Frente a un niño o joven violento es imprescindible la evaluación clínica,  psiquiátrica y psicológica por un especialista en Salud Mental y descartar patología orgánica y como el individuo es un ser psicobiosociocultural se debe evaluar la familia ampliada y su entorno social. Los objetivos son entre muchos, enseñarle al niño o al adolescente a controlar su ira, asumir la responsabilidad de sus actos, aceptar las consecuencias, tener sesiones individuales y familiares de psicoterapia y eventualmente utilizar psicofármacos. La familia debe estar involucrada en todo el proceso.

Compilado y actualizado por la Dra. Analy Werbin - 5/2/2008